TERAPIA PARA ADULTOS
ESTRÉS LABORAL
Aprende a lidiar con sentimientos de presión y ansiedad en el entorno laboral.
Puestos de mucha responsabilidad, acoso en el lugar de trabajo (“moving”), sentirse insatisfecho laboralmente o la sobrecarga de trabajo pueden conllevar síntomas tanto físicos como psicológicos (tensión, ansiedad, autoexigencia, baja autoestima, dificultades para sentirnos realizados, etc.) y emociones como frustración, tristeza e inseguridad.
ANSIEDAD
Manejar los síntomas de ansiedad para afrontar eficazmente las situaciones temidas.
Algunos de los síntomas más frecuentes cuando tenemos ansiedad son el nerviosismo, la preocupación, dificultades para respirar, problemas de sueño o irritabilidad.
Dentro de los trastornos de ansiedad podemos encontrar un amplio abanico que, dependiendo de la persona, pueden manifestarse como ataques de pánico, agorafobia, ansiedad generalizada, fobias específicas, ataques de ansiedad, etc.
DEPRESIÓN
Recupera el equilibrio emocional y la motivación.
A veces es difícil diferenciar la tristeza natural de algunas situaciones con unos síntomas claros de depresión. Tristeza sin identificar motivos “claros”, apatía, falta de motivación, preocupación y miedo constante, alteraciones en el sueño y la alimentación son algunos de los síntomas de la depresión.
AUTOESTIMA Y DESARROLLO PERSONAL
Consigue lidiar con el autosabotaje y mejorar la forma de percibirte a ti mismo construyendo una imagen propia óptima.
Cuando tenemos una mala percepción y evaluación de nosotros mismos o de nuestro desempeño en diferentes aspectos de nuestra vida, tendemos a tener también una posible falta de seguridad en cómo debemos actuar, nos sentimos vulnerables y solemos necesitar la aprobación de alguien más para realizar cualquier acción por pequeña que sea.
Estos sentimientos pueden verse reforzados por las comparaciones constantes, por atribuirnos una clara falta de valía o la incapacidad de tomar decisiones.
PROBLEMAS DE PAREJA
Logra un mayor entendimiento y satisfacción dentro de la pareja.
Los mitos del amor romántico, la mala comunicación, la falta de tiempo de calidad juntos, las conductas pasivo-agresivas, la organización, la falta de intimidad o los problemas de convivencia son algunos de los desencadenantes de la insatisfacción dentro de la pareja o de patrones disfuncionales que derivan en frustración y discusiones continuas.
Trabajar en una buena gestión del conflicto, en la comunicación asertiva y en el entendimiento del amor real ayudarán a mejorar la pareja y a aprender estrategias eficaces que conseguirán una relación más sana.
HABILIDADES SOCIALES
Desarrolla tu capacidad para interactuar con los demás de una forma satisfactoria.
Fomentar el trabajo en nuestras habilidades sociales nos beneficia en muchos aspectos, no solo sociales, sino también a nivel de autoestima o de desarrollo personal.
Sentirse seguro ante situaciones sociales como expresar opiniones contrarias al grupo, decir que no, hablar en público, hacer y recibir críticas o iniciar conversaciones, nos ayuda a gestionarlas de manera eficaz y a no responder a ellas desde la evitación, la agresividad o algunos comportamientos pasivo-agresivos muy característicos de estas situaciones.
DEPENDENCIA EMOCIONAL
Recupera la estabilidad emocional dentro de tus relaciones afectivas.
La dependencia emocional se compone de una serie de patrones de conducta, de pensamientos y de emociones que se dan en algunas relaciones disfuncionales (no tiene por qué ser solo de pareja).
Alguno de los aspectos más evidentes de la dependencia emocional son la manipulación (consciente o inconsciente), la sensación de sacrificio, la prioridad fuera de uno mismo, poca estabilidad emocional, baja autoestima, conflictos y reconciliaciones constantes, inseguridad, celos y un largo etcétera.
INTELIGENCIA Y GESTIÓN EMOCIONAL
Aprende a desarrollar tu capacidad para gestionar beneficiosamente las emociones.
En términos generales, la inteligencia emocional se entiende como la capacidad de entender y gestionar las emociones, tanto las propias como las de los demás.
Las emociones están implicadas en cada momento de nuestras vidas y, según multitud de estudios, de ellas depende nuestro éxito en la vida en cualquiera de los demás campos.
La inteligencia emocional no es algo estático, se puede desarrollar (¡y esta es la buena noticia!) y podemos hacerlo trabajando sus cinco componentes:
Identificación emocional (Autoconocimiento)
Regulación emocional (Gestión emocional)
Empatía
Automotivación
Habilidades sociales
HIPOCONDRÍA
Gestiona el miedo y la inseguridad ante la posibilidad de padecer una enfermedad.
El miedo a estar enfermo y a morir condiciona la vida de las personas que lo sufren, llegando a incapacitar muchas de las tareas cotidianas del día a día.
El funcionamiento de este trastorno se basa en conductas de evitación (no hacer ciertas cosas que se evalúan como peligrosas o que podrían generar ansiedad) y conductas de búsqueda de seguridad (atención centrada en posibles síntomas, comprobaciones, etc.). La hipocondría puede tener su origen en un evento (pasado o presente) relacionado con la enfermedad.
PROBLEMAS DE SUEÑO
Gestionar las preocupaciones y el estrés del día a día ayuda a mejorar el ciclo normal de sueño en personas que tienen dificultades para ello.
Los problemas de sueño son muy variados en personas adultas: puede haber dificultades para conciliarlo, despertares constantes por la noche, desvelarnos y no poder dormirnos de nuevo, despertarnos mucho antes de tiempo, tener pesadillas recurrentes…
En cualquier caso, suele estar muy relacionado con nuestra vida diurna y ser un reflejo de los problemas y preocupaciones que existen en nuestro día a día, y esta suele ser la clave para gestionarlos.